Crear vínculos sociales y afectivos, la clave del éxito de la acogida
19/02/2020 - 11:53
Acogida. Cubrir las necesidades materiales y laborales no es suficiente cuando hablamos de la acogida de personas recién llegadas. Los vínculos sociales y afectivos son igualmente importantes.
Acoger a personas inmigrantes o refugiadas es proporcionar un techo y unos mínimos bienes materiales, pero también es crear vínculos afectivos y emocionales que cubran la necesidad humana de relaciones sociales y de reconocimiento por parte de los demás. El Ayuntamiento de Barcelona, consciente de que la acogida no es tal si no incluye esta vertiente de vinculación, mediante el plan “Barcelona, ciudad refugio” quiere potenciar iniciativas ciudadanas que ayuden a crear vínculos con nuestra sociedad y compensen en parte la pérdida de la red propia, la familia y los referentes de las personas recién llegadas.
Es el caso de entidades como Punt de Referència o Refugees Welcome, que buscan a familias y personas con las cuales las personas refugiadas o migradas puedan convivir un tiempo para crear vínculos con su entorno. Otro ejemplo es el convenio firmado con La Intercolegial, que pone en contacto a profesionales del mismo sector con un claro objetivo de inserción laboral pero también para facilitar el intercambio y los vínculos entre personas de un ámbito determinado.
La importancia de los vínculos y del sentimiento de pertenencia
Un estudio sociológico reciente del economista Raúl Ruiz Sola, ¿Comunidades de extraños por una sociedad de iguales?, nos puede ayudar a situar la existencia de este tipo de sociedad organizada y la necesidad de extensión, de conseguir más implicación, para cubrir las necesidades integrales de las personas recién llegadas. Ruiz Sola no investiga el caso concreto de personas migradas sino, en general, la emergencia de nuevas formas de vulnerabilidad en el marco del actual modelo capitalista y cómo la sociedad responde de una forma comunitaria.
“La vulnerabilidad y la marginación actuales son mucho más complejas de lo que hace unas décadas y tienen muchas más caras: la de alguien que no tiene trabajo a pesar de tener muchos títulos, la de alguien que tiene trabajo pero muy precario, la de alguien que ha pasado de trabajar en un entorno de trabajo compartido a trabajar solo o sola, etc. Además, el proceso de individualización, fruto de la emancipación de las estructuras colectivas como, por ejemplo, la familia deja sin protección socioafectiva a personas que antes no estarían en situación de necesitar reencontrar una comunidad para construir vínculos con dicha comunidad”, explica Ruiz Sola.
Estrategias de apoyo mutuo y reciprocidad
Ante esta realidad de soledades diversas, han surgido iniciativas ciudadanas con una estrategia de apoyo mutuo que generan espacios nuevos de socialización segura. Son espacios de pertenencia donde se encuentran personas con procedencias diferentes que, por un lado, buscan cubrir unas necesidades materiales o laborales por razón de pobreza (de la forma que lo entendíamos hasta ahora) y que, por otro lado, carecen de una red social o de objetivos vitales. Ruiz Sola lo resume así: “La palabra que más veces he oído durante los años de la investigación ha sido familia: lo que más se valoraba de la pertenencia a una asociación o entidad era el sentimiento de sentirse como una familia.”
“Un caso paradigmático y que sirve de ejemplo para explicar el fenómeno”, sigue Ruiz Sola, “es el del Banco Expropiado de Barcelona y de una mujer a la que conocí en el transcurso de la investigación. Esta mujer había llegado de Honduras, donde había trabajado toda su vida vendiendo ropa, para cuidar de su nieto mientras su hija trabajaba. No conocía a casi nadie en la ciudad, pero un día entró por casualidad en el Banco Expropiado y se llevó una prenda de ropa de un ropero que había ahí. Eso fue el inicio de una vinculación con el espacio y las personas del Banco Expropiado, que acabó con la creación de un grupo de mujeres en torno al trabajo del ropero que se autoorganiza para gestionar la tienda de ropa gratis. El grupo es muy diverso y, como todo el Banco Expropiado, es un punto de encuentro de gente activista anticapitalista, pero también de personas recién llegadas con necesidades materiales que acaban implicándose políticamente en la entidad. Es un espacio de protección, de reconocimiento mutuo y de realización personal.”
Este es solo un ejemplo que confirma la tesis del acercamiento de grupos sociales con diversas condiciones socioeconómicas, políticas y culturales que han visto en la agudización de las respectivas vulnerabilidades un elemento común de contacto y vinculación.
Apoyo de la administración
Con la mirada integral que el Ayuntamiento de Barcelona quiere dar a la acogida, estos estudios permiten entender realidades ciudadanas que la administración no puede suplir. “Mejorar la acogida no significa solo incrementar servicios para las personas recién llegadas, sino potenciar y apoyar espacios o entidades de base autoorganizada que responden a las nuevas formas del riesgo social”, comenta Pablo Peralta, técnico del plan “Barcelona, ciudad refugio”. “Y digo ‘apoyar’, pero con un respeto total y sin intromisión en las dinámicas de las entidades. Están haciendo lo que desde una institución no podemos hacer: crear vínculos para facilitar la inclusión en nuestra sociedad”, añade Peralta.
Por otra parte, Raúl Ruiz Sola alerta de la posible burocratización de la implicación de las administraciones, pero también entiende que las dinámicas (precarias) de estos colectivos no se pueden mantener en el tiempo sin ningún tipo de apoyo.
El 4 de marzo Raúl Ruiz Sola explicará las principales conclusiones de su tesis y también hablará de su proyecto Nagual, a través del cual intenta ofrecer una respuesta a las carencias de vinculación de la sociedad actual, tanto si se trata de población refugiada como de población migrada o autóctona. Todo el mundo está invitado.
- Actividad: “La importancia del vínculo recíproco en los nuevos contextos de migración y refugio”
- Organiza: Ayuntamiento de Barcelona, Dirección de Servicios de Inmigración y Refugio, Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI
- Día y hora: 1/04/2020, de 18.00 a 19.30 horas
- Lugar: Sala polivalente del Espai Avinyó (calle de Avinyó, 52, 08002 Barcelona)